UN ATAJO A LA FELICIDAD

Bevir nació con un objtivo claro: tener estrella. Sabíamos que pasaría, y tendríamos que construir una marca versátil que la soportara, y sobre todo con una importante vigencia. El chef de Bevir define la cocina como »un ballet», los cocineros bailan en la cocina sincronizados para conseguir una ejecución óptima de sus funciones. Para ello utilizamos el trazo largo de las tipografías para representar el movimiento del pie de una bailarina, que lo arrastra para construir el paso final, el paso de la experiencia. Este movimiento genera una evolución constante, el comensal siempre formará parte de la coreografía, lo cual los hace único cada plato. Esta marca nace de la creación de un multi-lenguaje nacido en el laboratorio de Bevir.

DESARROLLO

La marca Bevir se crea a partir de la búsqueda de una idea potente la cual representa una narración histórica que sustenta el concepto de la marca. Bevir se construye a partir de una tipografía recta, arquitectónica, que evoluciona a una manual, una fuente creada para representar la deconstrucción de la forma; la destrucción y re-construcción del plato (Igual que la de la tipografía). Basándonos en la frase «El comensal también cocina» incluimos a la marca este «proceso de creación», donde el cocinero ofrece su obra al comensal y éste la construye a partir de la modificación de la misma, según el gusto o la forma cultural adoptada.